miércoles, 7 de octubre de 2015

Nuevo destino... Evolucionando

Hola, hoy escribo el blog con una mezcla de sensaciones, añoranza por lo que dejo atrás y emoción por la nueva puerta que se me abre. He tenido suerte porque tras haber cesado mi contrato de interino que me había durado seis largos años he podido regresar al mismo hospital con un contrato más o menos estable, no todas las compañeras han podido volver por tanto puedo reconocer que el azar me ha acompañado. A las demás les deseo suerte, nos volveremos a encontrar seguro.
Seis años en neurología donde he aprendido mucho y me he encontrado con gente que se convirtió en parte de mi familia, iba a trabajar con ganas y cuando había algún problema parace que se hacía más llevadero con su compañía. Eran caras amigables que sabían entender mi pronto y siempre les guardaré un hueco en mi corazón. Recuerdo cuando entré por la puerta de la planta, en el ya viejo hospital y conocí a la que iba a ser mi compañera durante estos años, lo contenta que me puse al ver que era una chica joven que pronto me transmitió una gran ternura, que hoy sigue perdurando. Después de tantos tumbos por fin iba a tener una planta estable y aquello me lleneba de emoción en aquellos momentos.
Hace un mes, se produjeron los ceses y desde entonces hasta hoy he pasado por seis plantas diferentes. He visto como en algunas se siguen manteniendo viejas manías de un viejo hospital y otras se han renovado totalmente. Me he encontrado con gente que hacía años que no veía y he sido consciente de que me hago mayor (esto no me hace tanta gracia) porque ya hablo de décadas pero ayer, por fin, recibo la noticia de que tengo una ubicación estable, oncología. Estoy muy contenta, guardo buenos recuerdos de las veces que trabajé en este servicio, los pacientes son especiales, muchos llevan luchando contra su enfermedad años y tienen una valentía y coraje que merece que los profesionales a su cargo estemos a la altura un poco más de lo normal.


Toca renovar conocimientos y adaptarse mentalmente a la nueva patología, así que estas semanas seré la típica compañera pesada que pregunta todo mil veces y que no encuentra nunca nada en los almacenes, espero que me perdonen. Toca también seguir llevando a cabo el consejo que hace mucho le oí a la supervisora de este mismo servicio y es que para ser buena enfermera cuando se sale del hospital hay que hacer cosas ajenas a la sanidad. Hay que llenarse de actividades, viajar, hacer aunque sea punto de cruz (este no va a ser mi caso). Sólo así podrás llegar con energía a enfrentarse con la enfermedad, no obsesionarse y no convertirse en un ser hipocondriaco. Así que como yo no tengo la edad suficiente para dar consejos a nadie voy a parafrasear a esta enfermera, yo creo que merece la pena el consejo ya que viene a decir que seamos felices, ya que sólo así podrás dar un poco de luz al que está sumido en la mayor de las oscuridades.
Toca empezar...