viernes, 27 de junio de 2014

Un robot llamado "Manolín"

Una de las mayores novedades en nuestro nuevo hospital es "Manolín", un robot bautizado así por el personal de mantenimiento. En nuestra tierra es muy común ponerle nombres a las cosas, tenemos muchos ejemplos en toda nuestra geografía, demostrando así que la imaginación de la gente no tiene límites. "Manolín" es el último invento que ha desembarcado en nuestra tierra. En el futuro será un trabajador silencioso y muy servil, actualmente está en fase de pruebas y aún es habitual encontrárselo atascado en algún ascensor mientras espera las órdenes de algún informático que desde su ordenador corrige su ruta. En todo el hospital hay una decena de "Manolines" que van a dedicarse al transporte de mercancías a lo largo de los pasillos del hospital, algunas galerías son específicas para los robots, en algunos tramos se encuentra con personal sanitario,nunca con usuarios. Este detalle es muy interesante y es que en nuestro nuevo hospital hay zonas que son sólo para los profesionales, las puertas separan pasillos de pacientes de pasillos para trabajadores, "Manolín" transitará por estas zonas.
 Cuando el robot deja el carro de comida (de momento es el uso que estamos dando a "Manolín) suena un timbre que avisa de su llegada. Los timbres nos vuelven locas, todos nos suenan igual. El microondas, el carro de medicación, el timbre del paciente, el timbre de la batería de los monitores, el timbre de los ascensores, el avisador de que "Manolín" llega, el pitidito del tensiometro, el teléfono...  Así que lo mismo vamos a recoger el carro que el robot nos deja aparcado en sus vías o atendemos a un paciente que toca al timbre o  tratamos de sacar a un enfermo del microondas o contestar una llamada en el ascensor. Estos equivocos pueden darse ya que el que pensó en los pitidos se olvidó de que fueran al menos más diferentes para que nuestro aturdido cerebro pudiera estar menos confuso.
La logística es el conjunto de medios y métodos para llevar a cabo la organización de una empresa. Pues los expertos en logística del hospital creen que las acciones tediosas y repetitivas que requieren una puntualidad y una repetición diaria pueden ser desempeñadas por un robot que será mucho más efectivo que esos señores silenciosos que nos repartían los carros de las comidas o de lencería en el viejo y cada vez más anticuado hospital.

Todos los pacientes y los trabajadores con sus móviles en la mano acuden a los miles de timbres que suenan a diario en un turno de hospital y si tienen suerte de distinguir el pi pi pi correcto verán salir del ascensor el carro de las comidas guiado por un bloque metálico y automático situado en su parte posterior. Aparca en unas vías metálicas marcadas en el suelo donde hay unos topes. El contacto del carro con esos topes activa una luz y un avisador y las compañeras cuando recogen los carros de las comidas de vuelta deben colocarlo en contacto con esos topes. Este contacto chiva a "Manolín" que puede venir a recoger el carro y en unos 4 minutos aparece él solito en un ascensor especial para el transporte de mercancias (nunca para personas de fuera del hospital), se vuelve a introducir en la parte inferior del carro y siguiendo la ruta que un informático le ha marcado vuelve a su lugar de origen. El ascensor marca él solo la planta correspondiente gracias a las instrucciones que desde su portátil ha tecleado el experto. Todos miramos anonadados este proceso y nos preguntamos si es de verdad necesario y si esta inversión ha jubilado a estos señores que antes nos aparcaban los carros o si por el contrario habrá aliviado sus espaldas del peso de este trabajo tan poco motivador.
Yo miro con ojos muy curiosos todos estos avances ya que me parece pura magia que esto pueda suceder pero también me lleva a una reflexión... ¿Dejaremos de ser necesarias las enfermeras también?

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